domingo, 2 de agosto de 2009

Patrones de la naturaleza - Semana cero

Llamo su atención nuevamente sobre el asunto de las redes espinoriales. Vamos a repensar la situación. No permitamos que éste sea un monólogo. Comencemos recordando que en el espacio sólo se pueden dar 5 poliedros regulares. O más simplemente aun: sólo se pueden acomodar 6 triángulos equilateros en dos dimensiones alrededor de un punto; si acomodo 5 creo un objeto concavo (o convexo, depende cómo se mire), si acomodo 7 creo un objeto concavo-convexo. Ambos casos exigen la presencia de una dimensión adicional. De igual manera con los poliedros. En ellos importan el número de aristas que se pongan en contacto, tanto como el numero de aristas de las figuras que hacen cada poliedro. Me explico: por ejemplo, un cubo es un cuerpo cuyas caras tienen cuatro aristas y cuyos vertices (digamos nodos) reunen tres aristas. Todo esto sugiere una manera primitiva de pensar cómo podemos acomodar regularmente objetos en el espacio. Pero, talvez, podríamos, más bien, decir, que ésta es la manera primitiva en que el espacio permite que los objetos se acomoden. La pregunta es: qué tal si mi evolución causal consiste en disposiciones polihédricas de aristas y nodos que llenen el espacio?